Noviazgos largos

Por diversas razones

Noviazgos muy largos no son del todo convenientes

• Aunque no hay un tiempo establecido, los especialistas recomiendan que los noviazgos deben durar entre año y medio y tres años antes de elegir un compromiso

Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
Foto: Photos.com

 

Muchas parejas comienzan un noviazgo que perdura cinco, seis o más años lo cual, según los especialistas, no es del todo conveniente pues se llega a excesos de confianza, la relación se puede volver costumbre y el sentimiento de amor podría comenzar a pasar.

Sin embargo, tampoco es conveniente elegir un compromiso en forma apresurada pues hay que esperar a que la etapa de enamoramiento pase, ya que ese período se caracteriza por el idilio, y los errores o fallas que se presenten se obvian, de ahí que también sea importante aguardar un tiempo prudencial.

Aunque no hay un tiempo establecido de cuánto debe durar una relación de noviazgo, lo más recomendable es que se prolongue entre año y medio a tres años para poder así tomar una decisión más seria de unir sus vidas en matrimonio, pues la elección debe ser muy bien pensada y analizada, no es algo que se tome a la ligera.

Lo más importante es la calidad de relación que se viva pues la pareja debe crecer, madurar, experimentar cosas positivas, compartir momentos juntos y respetarse mutuamente, de lo contrario, no sería un vínculo sano y por tanto, una unión más seria no sería efectiva.

Dinámica

El psicólogo Erick Quesada comentó que no es tanto la duración del noviazgo lo importante, sino la dinámica que experimenten y también el momento de vida que atraviese cada uno.

“Lo importante es la dinámica de la relación, si se trata de una pareja que no crece, que han visto afectada su capacidad de comunicarse, no disfrutan como antes y no tienen planes a futuro, es un noviazgo que enfrenta muchas dificultades, pero eso puede pasar en una relación de un año o más”, aseveró Quesada.

Quesada dijo que, sin importar el tiempo de noviazgo, la pareja debe mantener una comunicación fluida, comprender que conforme pasen los años cada uno va a cambiar y deben tener un proyecto de vida personal y que no por el hecho de estar juntos deben olvidarse de sí mismos.

“Los miembros de la pareja no deben descuidar su proyecto de vida personal, la pareja tiene que descubrir nuevas formas de vincularse así como espacios para relacionarse entre sí y con otras personas, también entender que conforme los tiempos cambian la relación debe responder a esos cambios. Es en este punto cuando se habla de emprender un proyecto de pareja”, indicó Quesada.

Duración

Mantener esa dinámica en la relación es fundamental pues en ocasiones sucede que las parejas tienen muchos años de noviazgo pero cuando se casan no duran mucho tiempo juntos e incluso recurren a un divorcio en los primeros años de matrimonio, lo cual se debe a múltiples razones.

“A veces las parejas van acumulando temores, se llegan a acostumbrar a la pareja o con los años sienten que la relación no es suficiente, a veces el sentimiento se ha ido diluyendo con el tiempo, también cuando se tienen muchos años de noviazgo hay mucha presión familiar para que se casen y los novios se sienten comprometidos y toman la decisión sin estar preparados”, señaló.

Al pasar tantos años juntos puede ocurrir que cuando se casen descubran que el sentimiento ya no era el mismo que en un principio y es cuando comienzan los problemas y conflictos, por eso es importante tener una relación de calidad para que, a pesar del tiempo de noviazgo, vivan un feliz matrimonio. “El noviazgo es un tiempo para conocer a la persona, antes de decidir un matrimonio hay que pasar el período de enamoramiento para, a partir de ahí, ir construyendo el vínculo de amor, la capacidad de comunicación y de intimar, deben pasar ese tiempo para que sepan con quién están realmente”, recalcó el especialista.

Equilibrio

El psicólogo de Enfoque a la Familia, Luis Diego González, comentó que en noviazgos largos, los novios se acostumbran a vivir en ese tipo de relación, es decir, sus mentes están muy rígidas y al casarse no hacen la transición adecuada y siguen pensando que son como novios y por tanto no adquieren el compromiso correcto.

“Si la pareja ha mantenido un noviazgo largo y se casan, no se reconocen como esposos porque se han acostumbrado a ser novios y al casarse no se comprometen tanto e incluso se genera cierto duelo porque se trata de reorganizar la vida y perder cosas a las que estaban acostumbrados a vivir”, subrayó González.

Para el psicólogo, en un noviazgo largo se corre el riesgo de caer en excesos de confianza lo que provoca que ciertos límites y normas se vayan perdiendo, lo cual ocasiona conflictos dentro de un matrimonio porque se comportan como antes cuando en realidad deben cambiar.

“Lo recomendable es mínimo una relación de año y medio y no más de cuatro años, no es una regla absoluta; pero si sobrepasan esos cuatro años deben tener presente que tienen que tener un nuevo comienzo, tampoco un noviazgo debe ser muy corto”, puntualizó el psicólogo.

 Tomado de www.prensalibre.co.cr 

Espacio para uno

• Es indispensable disfrutar de ese espacio individual

Tiempo para sí mismo es vital para enfrentar el día a día

• Las personas trabajan, estudian y cumplen con múltiples responsabilidades pero se olvidan de sí mismas, es por ello que es necesario que tomen un tiempo para estar solas

Angie  López  Arias
alopez@prensalibre.co.cr
Foto: Photos.com

No importa si se trata de leer un libro, escuchar música, someterse a tratamientos de belleza, hacer deporte o simplemente pensar, lo cierto es que todas las personas necesitan de un espacio individual con el fin de que puedan reencontrarse consigo mismas.

Todo se preocupan por el trabajo, el estudio, la familia y demás obligaciones, pero se olvidan de sí mismos hasta que llega un momento en que no pueden más con tanta tensión, por eso tomar un tiempo para disfrutar de la propia compañía es una oportunidad para cargar baterías.

Ese espacio permite que las personas se relajen, retoman su camino, se planteen metas y descarguen el estrés en el que están sometidas, de ahí que se convierta en una gran necesidad vital para tomar fuerza y continuar, de lo contrario, podría ser más difícil vivir placenteramente.

“Un espacio individual es un derecho y una necesidad de toda persona pero en el mundo en que vivimos no se le da importancia que merece. En él la persona carga baterías para enfrentar el día a día y hace lo que le gusta logrando un mejor estado de ánimo”, explicó el psicólogo de Enfoque a la Familia, Luis Diego González.

Disfrute

La idea es que la persona haga lo que realmente le guste y le satisfaga, es como una terapia que permite una mejor condición de salud física y mental al punto que una especia de “medicina preventiva” contra la depresión, también influye para lograr el desarrollo personal.

“Es una necesidad no es antagónico ni tampoco ese espacio se convierte en un enemigo de la familia o la pareja, en la vida hay que tener un equilibrio de las diferentes áreas porque cada una de ellas es fuente de realización y satisfacción. Mi mejor amiga o amigo soy yo, es trabajar por la propia estima”, indicó González.

El especialista comentó que el dedicar un tiempo para sí mismo ayuda en el estado anímico lo que le hace tener una mentalidad más positiva para resolver problemas, reduce el estrés, permite incluso un mejor funcionamiento del cuerpo, y se tiene nuevas energías para retomar todo de nuevo.

Ese espacio individual debe dedicarse a lo que guste y permita la satisfacción, ya sea tener pasatiempos como leer un libro, jugar, coleccionar artículos, hacer actividad física, o bien, recurrir a prácticas de cuidado personal como arreglarse las uñas o el pelo, por ejemplo.

Decisión

El especialista indicó que es necesario que las personas tomen la decisión de alejarse por un momento de la rutina diaria, de lo contrario el ritmo de la vida les absorberá y vendrán las excusas y pretextos como el que no hay tiempo o que hay cosas más importantes que hacer.

“Si se quiere tomar un tiempo individual hay que sacrificar algo, no tiene por qué ser amplio, puede ser por ejemplo dedicarse una hora diaria para sí mismo la cual debe ser respetada por los demás a menos que sea una emergencia, sino no tiene que ser interrumpida”, aseveró.

González comentó que erróneamente, muchos juegan un papel de sacrificados siendo aquellos que ayudan a los demás y le dan apoyo cuando lo necesitan, pero no se ocupan de sí mismos por estar pendiente de quienes le rodean, si silo se dedican a rescatar a los demás, llegará el momento en que se agotarán física y emocionalmente.

“Hay que pensar que si quiero ayudar a los demás primero debo ayudarme a mí mismo y enriquecer mi vida y solo a través de ese espacio individual lo logra. Debemos existir de diferentes maneras: como padres, hermanos, cónyuges y amigos, pero la primera existencia es como individuos, por eso debemos chinearnos y darnos nuestros gustos, es como una bocanada de aire para seguir luchando”, recomendó González.

Hábito

Para el psicólogo, Erick Quesada, ese espacio individual debe convertirse en un hábito porque es una forma en que las personas pueden entrar en contacto consigo mismas en momentos de gran necesidad porque predomina el estrés y la tensión, estas situaciones hacen que se pierdan de vista.

“Vivir bajo estrés y cumpliendo con diversas responsabilidades hace que las personas pierdan de vista lo que quieren, lo que sienten y olviden sus propias necesidades, eso hace que vivan con más tensión y se vuelvan irritables, porque eso es importante recurrir a esos mecanismos”, aseguró Quesada.

El decir que no se tiene tiempo es para Quesada una excusa porque el tiempo existe, simplemente hay que organizarse y priorizar, además, es importante diferenciar entre lo urgente y lo importante para poder establecer que es lo que verdaderamente se puede dejar de lado. “Casi siempre andamos con mil cosas urgentes en la cabeza pero realmente no distinguimos lo que es importante y eso es sacar un tiempo para uno mismo, algunos tienen dificultades para administrar el tiempo y otros rehuyen el contacto consigo, pero es necesario ese reencuentro”, manifestó el psicólogo.

Tomado de www.prensalibre.co.cr

Distimia

Es una condición conocida como distimia

Trastorno del ánimo impacta negativamente vida de muchos

• Algunos síntomas de este mal son pérdida de confianza en sí mismo, sentimientos de inferioridad, dificultad para concentrarse, percepción negativa de la vida y en general un estado de pesimismo permanente

Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
Foto: Photos.com

Una alteración del estado anímico de las personas llamado distimia podría confundirse con la depresión, pues tiene síntomas muy similares, sin embargo, aunque son de menor intensidad, suelen permanecer por más tiempo afectando las diferentes áreas de su vida.

Esta condición produce en la persona malestar y sufrimiento, pues tiene una rara sensación que le acompaña y presenta un estado de pesimismo permanente, que a la vez le imposibilita afrontar los compromisos diarios y le hace ver su existencia de forma negativa. Esta situación llega a influir en su entorno y en general en sus relaciones personales, pues al trastorno distímico se le suman otras señales como pérdida de confianza en sí mismo, que conllevan sentimientos de inferioridad, dificultad para concentrarse, pérdida de interés por las actividades que antes le eran placenteras, entre otros.

El psicólogo del Instituto Conductual de Costa Rica, Galo Guerra, comentó que la persona distímica también permanece triste, se siente sola, le falta voluntad y carece de motivación, características que deben perdurar por más de dos años al menos cinco días a la semana para determinar que es distimia.

Malestar constante

Según Guerra, la distimia y la depresión se diferencian por la intensidad de los síntomas y la depresión, en el primer trastorno, aunque las señales son de menor intensidad tienen una mayor duración, lo cual hace más difícil que la persona pueda salir de esa situación.

“Dura más en el tiempo, pero la intensidad de los síntomas es más baja que la depresión, la persona logra mantener la relación con su familia y amistades, pero éstas no son satisfactorias; la depresión por el contrario incapacita casi por completo a la persona”, afirmó el especialista.

La distimia puede deberse a un problema biológico debido a la alteración en los sistemas de secreción de hormonas (hay una menor producción de una sustancia llamada serotonina), lo cual hace que la persona no alcance niveles de funcionamiento satisfactorios.

Sin embargo, en otros casos también puede deberse a factores psicológicos que no le ayudan a vivir su vida con alegría y felicidad, por el contrario, el futuro lo ve sombrío y mira su existencia con total negativismo, también hay patrones familiares que se pueden adquirir.

Efectos

Guerra dijo que como la persona tiene sensaciones de tristeza permanentes siente una gran insatisfacción por la vida, esto provocará que no disfrute actividades que para otros son placenteras o que solían ser divertidas para ella, esto a la vez hará que los demás a su alrededor se alejen porque la ven aburrida y al tener una crítica negativa de todo, hace sentir incómodos a quienes están a su alrededor.

“A quienes les rodea no les afecta gravemente porque no es como tener a una persona depresiva, el distímico sigue con su vida normal pero no disfruta lo que hace, por eso no resulta una carga para la familia pero las personas de su entorno se alejan porque la ve como alguien amargado”, indicó Guerra.

El especialista aseveró que como parte del tratamiento se busca que la persona logre volver a tener sentido por su vida y placer por lo que hace, que tenga metas e ilusiones y que luche por un proyecto de vida, lo cual puede no resultar tan fácil pero sí es posible.

“Lo que ocurre es que la persona lleva dos años sintiéndose así, por eso el arte es intentar neutralizar su pesimismo crónico, lo cual es un reto, en algunas ocasiones para cambiar esos pensamientos se recurre a medicamentos y terapia psicológica. Cuando no son causas orgánicas, la distimia desaparece, pero de ser así, se controla pero no se elimina”, agregó.

Guerra indicó que se estima que un 3% de la población padece distimia, la cual aparece aproximadamente a partir de los 21 años.

Frecuente

Por su parte el psicólogo, Erick Quesada, dijo que este trastorno, al igual que la depresión, son condiciones frecuentes que tienen a generalizarse en todas las personas sin distinción alguna, por lo que se les denomina como enfermedades del Siglo XXI.

“Este tipo de trastornos está asociado con el déficit de serotonina que es un neurotransmisor encargado de regular los procesos del estado de ánimo. Es leve porque a pesar de que implica una molestia para la persona y quienes le rodean, no es una condición que le incapacite; puede trabajar y hacer una vida normal”, afirmó Quesada.

El psicólogo agregó que hay factores de índole existencial que es cuando la persona siente que vive una vida que no es la que quería, pues no se siente motivada y se le dificulta cumplir con los compromisos y obligaciones que tiene, lo cual puede volverse crónico.

“La distimia puede volverse crónica, la gente dice que una persona distímica es alguien amargado y que así nació pero no, las personas tienen que saber que no es normal así y que no es una forma de ser, quienes presentan estos síntomas deben sospechar que no están bien y acudir a un profesional”, manifestó Quesada.

Tomado de www.prensalibre.co.cr

Parejas distanciadas

• No mantienen comunicación ni comparten tiempo juntos

Muchas parejas viven como desconocidos

• Aunque viven en un mismo techo, tienen intereses en común y juraron amarse para toda la eternidad, algunas parejas se desconocen por completo

Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
Foto: Photos.com

En el noviazgo y los primeros años de matrimonio, la cercanía de las parejas es muy fuerte y profunda, pero conforme pasa el tiempo, es común que dejen de entablar conversaciones, que pongan como prioridad otros asuntos y que no compartan tiempos, lo cual inevitablemente crea un doloroso distanciamiento.

Y es que al cabo de un lapso, muchas parejas se vuelven como un par de desconocidos aún viviendo bajo el mismo techo, incluso parece que llegan a una relación de pura monotonía donde el placer, la ilusión y el amor quedan en la historia para dar paso a los conflictos y los roces.

La situación empeora cuando los hijos crecen y se van de casa porque durante la crianza, ella y él se preocuparon por trabajar y darle todo a la familia, lo malo es que olvidaron su rol como pareja y cuando quedan solos en casa es como si no conocieran a esa otra persona con la que comparten.

Aunque es difícil debido a las múltiples ocupaciones que se tienen hoy día y por supuesto por la responsabilidad que mantienen con los hijos, es necesario que las parejas recuperen sus espacios para compartir, con el fin de que puedan recuperar los sentimientos que les unieron.

Alerta

La psicóloga Marielos Hernández comentó que las parejas pasan por diversas etapas; una en la que se vive esa gran cercanía, donde hasta excluyen a otras personas, y otra cuando ya pierden de vista su papel como pareja y se dedican a los hijos, el trabajo, el hogar, entre otros.

“Con hijos ejercen un rol distinto y por las obligaciones que tienen comienzan a vivir una rutina que les crea un distanciamiento. Cuando los hijos establecen espacios más individuales o se van de casa, la pareja lo vive con soledad y frustración porque no supieron disfrutar como pareja”, afirmó Hernández.

La especialista dijo que cuando los miembros de la pareja se convierten en desconocidos es porque con anterioridad se han gestado grandes abismos a nivel de comunicación, porque la sexualidad se volvió monótona y porque no tuvieron tiempo suficiente para compartir.

“Se ve a las parejas casi como en una relación de amistad y de fraternidad pero no de amor porque se perdió de vista el deseo y lo que antes le movilizaban las pasiones. Lo ideal es rescatar espacios para que compartan y recurrir a otras técnicas para tener una verdadera relación de pareja”, indicó.

Conveniencia

Hernández aseveró que a veces las parejas se mantienen unidas por el temor a la soledad, por el compromiso que sienten con sus hijos o bien, porque piensan que el matrimonio debe ser para toda la vida, pero en realidad viven infelices y llenos de frustración.

“La felicidad tiene que ver con encontrar novedades, ser creativos, tolerar las diferencias y saber adaptarse a diferentes momentos de la vida como los cambios que ocurren en la apariencia. Hay que trabajar para cambiar la situación, el lío es que no todas las parejas lo hacen y por eso llegan a rupturas e infidelidades”, agregó.

La psicóloga recomendó que, cuando hay indicativos de esta situación, es necesario establecer un diálogo franco y de ser el caso, tomar una decisión pues no pueden vivir en esa frustración que les genera su convivencia, a partir de esa comunicación deben recurrir a claves para recuperar la relación.

Cuando los hijos se van, las parejas se sienten solas pero lejos de vivir ese momento con dolor, tienen que verlo como una oportunidad que tienen para disfrutar como pareja lo que antes no pudieron por las muchas responsabilidades que tenían. El problema es que confunden el rol de padres con el de pareja y son roles completamente distintos, ninguno reemplaza al otro.

Frecuente

En criterio del psicólogo Erick Quesada, esta es una situación muy común pues a pesar de que las parejas caen en cuenta sobre la forma en que viven, no hacen nada para revertir la situación, algunas rehúsan buscar ayuda cuando en realidad esto sería de gran provecho.

“A veces las parejas están sumergidas en su mundo laboral, con problemas, la crianza de los hijos, presiones económicas, entre otras dificultades, lo que provoca que cada vez tengan menos tiempo para ello, eso hace que la dinámica se torne rígida y predecible. En ocasiones siguen juntos porque les resulta funcional”, manifestó Quesada.

Quesada dijo que, los miembros de la pareja debe pensar en que tienen derecho a ser felices, a rehacer su vida y a intentarlo nuevamente, para ello pueden buscar ayuda profesional porque esto permite que la pareja corrija lo que está mal y si del todo no hay futuro, tienen la orientación para tomar mejores decisiones.

Tomado de www.prensalibre.co.cr