Los detalles en las relaciones de pareja

Pequeños detalles tienen gran significado en relaciones de pareja

• Es necesario mantener la ilusión


Las muestras de afecto y las palabras de amor son la mejor forma en que las personas pueden expresar sus sentimientos a la pareja


Angie López Arias: alopez@prensalibre.co.cr.

Cuando las parejas están en el noviazgo sobran las palabras de amor, las flores no pueden faltar y las muestras de afecto están presentes siempre y en todo lugar, sin embargo, conforme avanza la relación esos pequeños detalles van quedando atrás, hasta que llega un momento en que la ilusión desaparece por completo. El “alimento” diario de las relaciones de pareja son esas pequeñas grandes cosas que realmente hacen la diferencia, ya que son la verdadera y más pura expresión del amor que ambos se profesan, lo cual permite a la vez el fortalecimiento del vínculo, por tanto son elementos que no deben faltar en la relación.

No necesariamente esta situación es un indicativo de que la pareja está atravesando un mal momento, puede que simplemente las obligaciones, las preocupaciones y todas las responsabilidades que tienen les consuman, por lo que descuidan esos detalles que son importantes de mantener.

Lo ideal es que cuando esto ocurra, las parejas hagan un alto en el camino y puedan revertir el panorama, para lo cual deben procurar disponer de tiempo para ellos, y a pesar de todas presiones, no olvidar aquellos hermosos momentos que vivieron en un inicio de la relación y que fueron el motivo por el que unieron sus vidas.

Ilusión

En muchas ocasiones, las personas asumen que la pareja sabe que le aman, no obstante, eso no es suficiente, pues siempre es necesario demostrar de una manera tangible los sentimientos que se tienen, es por ello que un abrazo, un beso, una caricia o el salir de la mano son acciones que no se pueden perder de vista.

“Son parte del diario vivir de la pareja, permiten mantener la llama del amor encendida o la ilusión, parecen ser cosas insignificantes, pero no, pues nutren la relación. Los detalles, un gesto de cariño o un favor inesperado hacen que se mantenga vivo el sentimiento de amor en la pareja”, explicó el psicólogo Erick Quesada.

Para Quesada, esos detalles quedan en el olvido, sobre todo cuando la relación comienza a caer en la rutina, cuando las responsabilidades se hacen más pesadas, cuando las obligaciones y compromisos ahogan a la pareja y cuando la comunicación entre ambos falla, todo esto hace que la relación se enfríe y la rutina y la costumbre hagan de las suyas.

“La expresión del afecto no debe faltar, es el alimento básico de la relación, el abrazo, el beso y las palabras bonitas son elementos que no pueden pasarse por alto, eso es más importante que entregar un regalo, por ejemplo. Los detalles en general deben ser lo más importante en la relación de pareja”, añadió el experto.

Cuido

Por su parte, el psicólogo de Enfoque a la Familia Miguel Leitón comentó que la expresión del afecto brinda seguridad a la relación, ya que ambos se sienten amados y necesitados por el otro, además, permite confirmar con frecuencia que los dos tomaron una buena decisión al estar juntos y emprender un proyecto de vida juntos.

La expresión de afecto y los detalles dan seguridad, que se traduce en saber que el otro estará al lado en todo momento, brinda sentido de pertenencia a nivel físico y emocional y es una forma de demostrar apoyo. Cuando se recibe afecto la persona se siente más estable y le inyecta vitalidad al vínculo”, aseveró el especialista.

Leitón manifestó que es de esperar que los detalles se pierdan porque la relación va madurando y eso implica muchas más responsabilidades, pero no es normal que no se haga nada al respecto por cambiar la situación, es ahí cuando se hace necesario que la pareja se detenga, analice lo que ocurre y retome lo que en un inicio era tan común.

“Deben recordar el por qué decidieron estar juntos y cuál es la razón que les sigue motivando a mantener la relación. Nunca hay que olvidar que como pareja hay que edificar para que el otro crezca, acariciar para hacer el afecto visible y bendecir a la pareja deseándole lo mejor”, recalcó el experto.

Pequeñas grandes cosas

-Las responsabilidades y preocupaciones hacen que las parejas dejen atrás la ilusión y caigan en la rutina, por lo que olvidan los detalles y las expresiones de afecto.
-Cuando esto ocurra es necesario hacer un alto en el camino y retomar aquellas pequeñas cosas que les enamoraron.
-Las palabras bonitas, los abrazos, los besos y las caricias son la mejor forma de hacerle ver a la pareja cuan importante es.

Tomado de www.prensalibre.co.cr

Problemas de pareja y los niños

• Perciben un tenso ambiente

Problemas de pareja afectan a los niños

• Los constantes conflictos en la pareja de alguna manera u otra afectan a los más pequeños de la casa y es que aunque no vean gritos o peleas explícitas, sienten que algo entre sus padres no anda bien

Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
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Los niños son muy perceptivos y aunque no vean entre sus padres peleas o conflictos manifiestos, perciben cuando las cosas no andan bien y eso les puede afectar, ante esa situación lo mejor es analizar qué es lo más conveniente para ellos, si conversar o esperar a que las cosas pasen. Según los especialistas, hay problemas entre la pareja que no tienen por qué saberlos los niños, sin embargo, existen otros más graves y que pueden significar un cambio grande y una alteración de la dinámica familiar, los cuales sí es necesario hacerlos del conocimiento de todos los miembros.

“Hay que entender que son dos vínculos: de padres y de esposos; si el problema es entre esposo y esposa es necesario desasociar a los hijos porque de lo contrario los niños se pueden ver afectados por culpas, reclamos y regaños que no tienen que ver con ellos”, explicó la psicóloga de Enfoque a la Familia, Evelyn Rodríguez.

Manejo

Para Rodríguez, los niños se ven afectados cuando se les hace parte de los problemas, esto quiere decir que depende mucho del manejo que los adultos le den a la situación pues los pequeños buscan la identificación con sus padres y si ve que ambos discuten buscará a quien idealizar.

“Por eso pueden apegarse a alguna figura masculina, igual ocurre con las niñas que pueden apegarse con una vecina o cualquier otra figura maternal que cumpla con lo que mamá no cumple. También cuando discuten ven a dos equipos opuestos por lo que los límites y la autoridad decaen en ese sentido”, afirmó Rodríguez.

Por tanto, la experta dijo que las parejas deben discutir solo cuando los niños no están presentes a fin de que no se les involucre en las problemáticas y no tengan así que presenciar eventos que les perjudiquen y lo peor de todo, en los cuales no puedan hacer nada al respecto, por lo que podrían sentirse impotentes.

Atención

La psicóloga indicó que si los menores experimentan algo que es incomprensible para ellos deben explicarles, pero si no, no es necesario ya que si el niño no está enterado y por tanto no se ve afectado no hay razón para preocuparlo, de ahí que sea importante delimitar los temas.

Pero en ocasiones, aunque los niños no presencian peleas, pueden sentir que la situación en casa no está del todo normal, por lo que tratarán de llamar la atención de diversas formas, puede ser dejando de comer, portándose mal e incluso mostrarse distraído porque trata de pensar en cómo puede solucionar la situación.

Si los problemas van más allá y realmente el niño se ve perjudicado y los problemas de pareja son frecuentes, lo conveniente es recurrir a terapia familiar para volver a establecer vínculos, si los problemas no son graves, la afectación tampoco lo será, pero sí es conveniente pensar en lo mejor para el pequeño.

Equilibrio

Por su parte, el psicólogo Erick Quesada comentó que el ambiente familiar es importante para el desarrollo de los niños, por eso es necesario generar en la familia una sensación de seguridad para que así crezca sano emocionalmente, pero si ve constantes peleas se verá afectado.

“Cuando hay problemas en la relación de pareja se presentan una serie de tensiones que muchas veces afectan a los niños, como gritos, violencia e insultos; presenciar estas escenas es muy dañino para los pequeños porque les genera angustia intensa en torno a sus padres y a sí mismos”, aseveró Quesada.

Y es que según Quesada, esto les hace plantearse a los niños cientos de preguntas como por qué pelean e incluso se cuestionan si ellos tendrán la culpa de lo que sucede, además ven amenazada su estabilidad y es ahí cuando comienzan a manifestar lo que sienten de distintas formas.

Percepción

Quesada aseguró que es un error de los padres creer que los niños no se dan cuenta de lo que sucede, aún cuando no lo hagan enfrente de ellos, pues de cualquier forma los niños lo perciben, por eso ambos deben tener ese elemento en consideración para tratar de solucionar sus conflictos con el objetivo de no causarles daño.

“Hay que tomar en cuenta que los padres en la infancia modelan en los niños las conductas, es decir, aprenden los roles de pareja en el hogar por lo que es de esperar que en el noviazgo o matrimonio reproduzcan los patrones aprendidos”, aseveró el psicólogo.

Quesada explicó que los niños tienen formas de canalizar la tensión que sienten y por eso hacen cosas para llamar la atención de los padres, para que dejen de pelear y pongan su atención en ellos, pero en otros casos pueden reaccionar de forma diferente y más bien se ven ensimismados o tristes.

El especialista dijo que si se trata de una pelea ocasional pueden decirle al niño que papá y mamá tienen una diferencia que arreglarán, el problema es cuando los problemas son parte del patrón de la relación y si es así, lo mejor es buscar ayuda a fin de instaurar un ambiente familiar sano.

Tomado de www.prensalibre.co.cr

 

Cuándo casarse

• Entran en juego muchos factores

Contraer matrimonio debe ser en el momento indicado

• La madurez de los miembros de la pareja, la situación económica y el conocimiento de uno al otro, son elementos que no se pueden obviar al tomar esta decisión

Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
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Muchos hombres y mujeres sueñan casarse con sus parejas pues han decido que son el uno para el otro y que su amor es suficiente para mantenerlos unidos el resto de la vida, sin embargo, más allá de la ilusión, hay que tomar en cuenta varios factores que son determinantes en la relación.

Contraer matrimonio no es una decisión que se pueda tomar a la ligera, es un momento importante y por tanto ambos deben estar muy seguros de querer hacerlo pero teniendo en cuenta elementos que a veces se pasan por alto y que son muy importantes de analizar.

La madurez de los miembros de la pareja, su situación económica, la confianza y por supuesto el deseo de estar juntos para siempre, son algunos de los puntos más relevantes que deben pensar, ya que si alguno no está del todo bien, puede ser conveniente esperar un tiempo prudencial.

También un error frecuente en el que caen algunos es que piensan que el matrimonio resolverá sus problemas, por ejemplo, tienen conflictos con sus padres en el hogar y deciden a la ligera casarse como una forma de escape, cuando en realidad eso afectará la relación de pareja.

Analizar

Para el psicólogo Erick Quesada, las parejas deben tener tiempo suficiente para conocerse, para ello el noviazgo tiene mucha influencia pues es necesario que haya durado cierto lapso para que en él ambos aprendan a conocer sus defectos y virtudes y así, aceptarse tal cual son.

La comunicación es otro elemento que se tiene que considerar, y es que tanto ella como él deben estar seguros de que pueden comunicarse adecuadamente y que son capaces de resolver sus problemáticas de forma adecuada pero sobre todo satisfactoria para que los dos estén a gusto.

Quesada aseguró que además es importante la confianza, que ambos sientan que pueden confiar en su pareja y ser amigos, también el respeto es indispensable en una relación y sobre todo cuando están a punto de casarse, en ese sentido, no puede haber tendencia a imponer, controlar o dominar.

Las posibilidades económicas para mantener un hogar son quizá uno de los factores más importantes, pues se sabe que tener una casa implica una serie de gastos, por eso la pareja tiene que pensar en si realmente cuentan con el dinero para poder hacer frente a las necesidades y responsabilidades que adquirirán.

Madurez

Mucho se habla de la edad que la pareja debe tener para casarse, sin embargo, es más una cuestión de madurez pues de nada vale que los dos tengan una edad que se considere adecuada, si no tienen la madurez necesaria para poder mantener una relación de ese nivel.

“En términos de edad no podemos decir que hay una edad perfecta para casarse, pero personas muy jóvenes no es del todo recomendable porque están en un proceso de replantearse proyectos y de conocerse más. Noviazgos muy cortos no es conveniente porque se conocen poco”, afirmó Quesada.

En algunos casos alguno de los dos o ambos están apenas estudiando sus respectivas carreras y en ese momento no sería adecuado tomar la decisión de casarse, porque están atravesando una experiencia que deben concluir, si están en medio otros proyectos es mejor esperar.

Según Quesada, el casarse se debe postergar cuando la relación está mal, cuando alguno de los dos busca el matrimonio como medio para solucionar sus problemas o por presión, en cualquiera de esos escenarios, la decisión podría ser riesgosa y conlleva otras consecuencias

Compromiso

La psicóloga Marielos Hernández dijo que además de todos esos factores, la pareja debe sentir que tiene un compromiso y la certeza de que puede funcionar, para ello deben pensar en construir un proyecto de vida exitoso y que se conocen tal y como son uno al otro.

“Cuando el proceso de conocimiento mutuo ha madurado, es cuando surge el proponer el formalizar la relación y hacer el intento siempre que hayan objetivos concretos que les garantice vivir juntos. A veces es una decisión como sacada de la manga, muy inoportuna”, aseveró.

“A veces es porque se quiere salir de casa porque tiene problemas o no soporta los límites que imponen sus padres, se confunde el matrimonio como escapatoria de problemáticas que no se han podido resolver y eso afecta la relación de pareja porque no habla de madurez, se vuelve pesado porque creen que el nuevo hogar será perfecto y no necesariamente es así”, manifestó.

Para Hernández, no solo es importante tener en cuenta la parte financiera si la posibilidad real de mantener un hogar, es decir, la capacidad de resolver problemas entre ellos y con lo que implica el tener una familia, es una decisión que debe pensarse, analizarse y reflexionar si se está preparado de verdad para enfrentar lo implica.

Tomado de www.prensalibre.co.cr

Pedir tiempo a la pareja

• Pedir tiempo tiene un trasfondo negativo

Pausas en la relación pueden ser riesgosas

• En ocasiones, alguno de los miembros de la pareja pide tiempo para replantear la relación, sin embargo, en ciertos casos no es más que una excusa para terminar

Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
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En los noviazgos, es frecuente que uno de los miembros de la pareja pida tiempo para replantear la relación, sobre todo cuando las cosas no marchan bien, sin embargo, a veces esta petición no es más que una excusa para alargar el fin y evitar los efectos que la decisión conlleva.

En muy pocas ocasiones sucede que realmente la persona necesita una pausa para analizar qué fallos han tenido, cómo pueden mejorar y si realmente es conveniente continuar, de ser este el escenario, ese tiempo de reflexión podría resultar saludable porque lo que se quiere es optimizar el vínculo.

El psicólogo Erick Quesada indicó que cuando se pide ese tiempo, lo ideal es que sea un momento para aclarar las dudas que existen o solucionar los problemas que prevalecen en la relación, y que la persona que solicite ese espacio lo debe dedicar realmente a pensar qué siente y qué quiere.

“Eso sería lo ideal pero es cierto que hay quienes piden ese famoso tiempo cuando en realidad no se animan a terminar la relación. Romper no es fácil sobre todo si la otra persona es absorbente o se muestra muy enamorada, por lo que se hace como una forma de ir preparando al otro para el desenlace”, aseveró Quesada.

Con la verdad

Aunque muchas personas lo hacen con la intención de no hacer sufrir a su pareja, en realidad la hieren más, y es que lo conveniente siempre en este y otros casos es hablar con la verdad porque puede que la novia o el novio acepten dar ese tiempo pero se mantienen con la ilusión de volver y desconocen por completo las intenciones de su pareja.

En la mayoría de los casos a la persona le toma por sorpresa la petición de su pareja, lo que resulta igual de doloroso que si terminara, por ello, a pesar del sufrimiento que le pueda ocasionar, lo conveniente es decir lo que se siente, lo que se piensa y lo que se considera es lo mejor para ambos.

“La persona está en todo su derecho de preguntarle a la pareja que le pide tiempo que le hable con absoluta sinceridad porque presiente lo que viene, si es para terminar mejor que lo diga de una vez. Esa situación genera mucha zozobra e incertidumbre, para su tranquilidad debe exigir honestidad”, afirmó el especialista.

Cuando se pide tiempo, dijo Quesada, el verdadero objetivo es que la pareja deje de verse para que esa distancia genere sensaciones y sentimientos y así los miembros puedan analizar si realmente se hacen falta, si la relación responde solo a la costumbre y si por lo tanto lo sano es terminar.

“Eso pasa cuando en las parejas hay puntos complicados que aclarar y cuando hay una mezcla de sentimientos, por eso se debería sacar un espacio para tomar una decisión, ya sea seguir o terminar la relación. El tiempo es relativo pero no pueden ser períodos muy cortos porque se necesita tiempo para que el proceso interno vaya dándose, es un lapso prudencial”, puntualizó.

Espacio

Para el director del Instituto Cognitivo Conductual, Galo Guerra, cuando se pide tiempo en la relación puede ser por dos situaciones: porque realmente se quiere terminar y se utiliza solicitud como excusa, o porque sí se desea mejorar la relación y analiza cómo hacerlo.

“Cuando la pareja pide un tiempo es porque han tenido problemas importantes, porque hay cosas que no están funcionando y uno de los dos siente que no van por buen camino, de pronto ya no hay complementariedad y entonces puede ocurrir que se pida tiempo para reflexionar”, indicó Guerra.

Guerra explicó que en la gran mayoría de los casos lo que sucede es que una o las dos partes no están cómodas, se quieren separar pero no están seguros o porque tienen miedo de la reacción de la otra persona entonces se trata de ablandar la situación para que no se tome una actitud negativa.

“Puede obedecer a la antesala de una ruptura, no se anima a romper de un solo e intenta ir terminando a poquitos pero es peor, en esa pausa siempre queda el nexo con la persona por lo que pueden haber pleitos y demás complicaciones. Es muy doloroso”, aseguró Guerra.

Libertad

En otros casos puede que la persona necesite tiempo para aclarar sus sentimientos o crecer como persona. Y es que Guerra indicó que el hecho de que sea pareja no quita que se siga creciendo individualmente, puede que los intereses individuales estén cambiando y choquen con los de la pareja y por ello se pida tiempo para reflexionar, esto se da en una pareja madura.

“Jorge Bucay definió el amor como ese espacio de libertad que yo construyo para la otra persona, donde le permito tomar decisiones por sí misma aunque estas no me gusten y aunque eso implique que se aleje de mí. Lo que va a ocurrir entonces es que se le da ese espacio porque se le ama, se le deja ser libre y tomar sus propias decisiones aunque no gusten”, agregó.

En este escenario, el tiempo que se dará es el que la persona necesita, no hay límite y la pareja lo espera porque de verdad se aman, son maduros y quieren lo mejor para cada uno. Es una pareja que de verdad quiere aclarar sus ideas y entenderse más.

“La diferencia entre un caso y otro se sabe porque en el negativo hay confusión, indecisión y contradicciones, en el otro la persona se muestra clara, honesta y sin incertidumbre”, puntualizó.

 

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