Adolescencia no tiene por qué salirse de control
Padres deben perder temor a etapa
• Los adolescentes atraviesan por diferentes cambios físicos y emocionales, pero esto no es razón para alarmarse por esta fase de la vida
Por Angie López
Muchos padres se llenan de temor cuando sus hijos entran a la adolescencia porque dan por un hecho que se volverán rebeldes, difíciles de manejar e indisciplinados, sin embargo, esto no tiene por qué suceder con la comunicación y guía adecuada, el problema es que la etapa está llena de mitos. Los adolescentes atraviesan por una serie de cambios tanto físicos como emocionales lo que les hace cambiar de estado de ánimo con frecuencia, es una situación normal y por la que todas las personas han pasado, lo importante es mantener un diálogo abierto con los hijos y comprender lo que viven.
Algunos de esos mitos corresponden incluso a la experiencia que vivieron los padres en esa etapa, por ejemplo, si tuvieron una conducta conflictiva cuando fueron adolescentes, pensarán con toda seguridad que sus hijos también serán igual, pero esto no tiene por qué ser si saben como manejar la fase correctamente.
Por todas las transformaciones por las que atraviesan los adolescentes, es que necesitan el acompañamiento de adultos alrededor, y es que además se sabe que esto previene el que caigan en situaciones de riesgo como el consumo de drogas o el inicio temprano de relaciones sexuales, entre otras.
Análisis
El psicólogo Erick Quesada manifestó que los padres deben revisar muy bien cuáles son los mitos que tienen alrededor de la adolescencia, esto con el fin de que no se predispongan antes de que sus hijos entren a esa etapa y puedan, además, comprender realmente qué es lo que ocurre en ellos y así puedan darles apoyo.
“Los padre deben analizar cuales mitos tienen que son los que giran alrededor de la adolescencia. Muchas personas dicen que se ponen difíciles, malcriados, que aborrecen a sus padres y que es imposible llevarse bien y comunicarse con ellos. Lo malo es que piensan que todo esto es inevitable por lo que se imponen de forma autoritaria”, afirmó Quesada.
Y es que como muchos padres están predispuestos desde previo, no buscan entablar una comunicación asertiva con sus hijos, sino que simplemente recurren a imposiciones, prohibiciones y regaños lo que puede crear en los jóvenes una actitud de desafío, por ello lo mejor es darles argumentos de las decisiones que se tomen en casa.
“La adolescencia no tiene por qué ser conflictiva. Hay estudios que indican que una actitud de imposición de los adultos que rodean al adolescente propician ciertas reacciones, también influye un factor psicológico pues si los papás no tuvieron una etapa feliz van a tener dificultades para relacionarse con sus hijos”, aseveró.
Manejo
Quesada agregó que los padres deben tener claro que los adolescentes no son niños, pero tampoco son adultos, y es que a veces quieren tratarles como pequeños cuando en realidad estan es una fase de transición para entrar a la adultez, por tanto, el manejo debe ser el adecuado y el apoyo de los padres, constante.
“Los adolescentes ya dejaron de ser niños y han adquirido la capacidad para cuestionar las cosas, por eso los padres deben comunicarse con sus hijos de una manera horizontal, si no se toma conciencia de eso, los jóvenes pueden frustrarse, es necesario tomar en cuenta sus criterios y darles una explicación de todo”, aseveró el experto.
Según el psicólogo, los adolescentes atraviesan cambios físicos acelerados que tienen que ver con la definición de identidad, además hay otros que corresponden al área emocional, pero sumado a ello, está el componente de la sexualidad, todo esto se junta para hacer que la etapa no sea del todo fácil para los jóvenes.
“El cambio de dejar de ser niños implica un proceso de ajuste emocional, a esto se le suma el componente sexual y el plano cognitivo, pues desarrollan la capacidad crítica y de pensamiento abstracto. Son muchos los cambios a los que se ven expuestos los adolescentes, lo que les puede afectar en su estado de ánimo porque todo esto les genera estrés.
Los padres deben entender esos cambios, apoyarles y conversar con ellos sobre las emociones o preocupaciones que les aquejan, esto se constituye como un factor protector que permite alejar a los hijos se cualquier situación de riesgo. En el tanto la comunicación falle el adolescente puede sentirse solo y buscar la afectividad de la que carece con otras personas no del todo convenientes como otros adolescentes que le inciten a tener conductas inadecuadas, de ahí que el acompañamiento de los adultos es fundamental, esto garantiza un desarrollo correcto de los jóvenes.
Tomado de www.prensalibre.co.cr