• No mantienen comunicación ni comparten tiempo juntos
Muchas parejas viven como desconocidos
• Aunque viven en un mismo techo, tienen intereses en común y juraron amarse para toda la eternidad, algunas parejas se desconocen por completo
Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
Foto: Photos.com
En el noviazgo y los primeros años de matrimonio, la cercanía de las parejas es muy fuerte y profunda, pero conforme pasa el tiempo, es común que dejen de entablar conversaciones, que pongan como prioridad otros asuntos y que no compartan tiempos, lo cual inevitablemente crea un doloroso distanciamiento.
Y es que al cabo de un lapso, muchas parejas se vuelven como un par de desconocidos aún viviendo bajo el mismo techo, incluso parece que llegan a una relación de pura monotonía donde el placer, la ilusión y el amor quedan en la historia para dar paso a los conflictos y los roces.
La situación empeora cuando los hijos crecen y se van de casa porque durante la crianza, ella y él se preocuparon por trabajar y darle todo a la familia, lo malo es que olvidaron su rol como pareja y cuando quedan solos en casa es como si no conocieran a esa otra persona con la que comparten.
Aunque es difícil debido a las múltiples ocupaciones que se tienen hoy día y por supuesto por la responsabilidad que mantienen con los hijos, es necesario que las parejas recuperen sus espacios para compartir, con el fin de que puedan recuperar los sentimientos que les unieron.
Alerta
La psicóloga Marielos Hernández comentó que las parejas pasan por diversas etapas; una en la que se vive esa gran cercanía, donde hasta excluyen a otras personas, y otra cuando ya pierden de vista su papel como pareja y se dedican a los hijos, el trabajo, el hogar, entre otros.
“Con hijos ejercen un rol distinto y por las obligaciones que tienen comienzan a vivir una rutina que les crea un distanciamiento. Cuando los hijos establecen espacios más individuales o se van de casa, la pareja lo vive con soledad y frustración porque no supieron disfrutar como pareja”, afirmó Hernández.
La especialista dijo que cuando los miembros de la pareja se convierten en desconocidos es porque con anterioridad se han gestado grandes abismos a nivel de comunicación, porque la sexualidad se volvió monótona y porque no tuvieron tiempo suficiente para compartir.
“Se ve a las parejas casi como en una relación de amistad y de fraternidad pero no de amor porque se perdió de vista el deseo y lo que antes le movilizaban las pasiones. Lo ideal es rescatar espacios para que compartan y recurrir a otras técnicas para tener una verdadera relación de pareja”, indicó.
Conveniencia
Hernández aseveró que a veces las parejas se mantienen unidas por el temor a la soledad, por el compromiso que sienten con sus hijos o bien, porque piensan que el matrimonio debe ser para toda la vida, pero en realidad viven infelices y llenos de frustración.
“La felicidad tiene que ver con encontrar novedades, ser creativos, tolerar las diferencias y saber adaptarse a diferentes momentos de la vida como los cambios que ocurren en la apariencia. Hay que trabajar para cambiar la situación, el lío es que no todas las parejas lo hacen y por eso llegan a rupturas e infidelidades”, agregó.
La psicóloga recomendó que, cuando hay indicativos de esta situación, es necesario establecer un diálogo franco y de ser el caso, tomar una decisión pues no pueden vivir en esa frustración que les genera su convivencia, a partir de esa comunicación deben recurrir a claves para recuperar la relación.
Cuando los hijos se van, las parejas se sienten solas pero lejos de vivir ese momento con dolor, tienen que verlo como una oportunidad que tienen para disfrutar como pareja lo que antes no pudieron por las muchas responsabilidades que tenían. El problema es que confunden el rol de padres con el de pareja y son roles completamente distintos, ninguno reemplaza al otro.
Frecuente
En criterio del psicólogo Erick Quesada, esta es una situación muy común pues a pesar de que las parejas caen en cuenta sobre la forma en que viven, no hacen nada para revertir la situación, algunas rehúsan buscar ayuda cuando en realidad esto sería de gran provecho.
“A veces las parejas están sumergidas en su mundo laboral, con problemas, la crianza de los hijos, presiones económicas, entre otras dificultades, lo que provoca que cada vez tengan menos tiempo para ello, eso hace que la dinámica se torne rígida y predecible. En ocasiones siguen juntos porque les resulta funcional”, manifestó Quesada.
Quesada dijo que, los miembros de la pareja debe pensar en que tienen derecho a ser felices, a rehacer su vida y a intentarlo nuevamente, para ello pueden buscar ayuda profesional porque esto permite que la pareja corrija lo que está mal y si del todo no hay futuro, tienen la orientación para tomar mejores decisiones.
Tomado de www.prensalibre.co.cr