• Perciben un tenso ambiente
Problemas de pareja afectan a los niños
• Los constantes conflictos en la pareja de alguna manera u otra afectan a los más pequeños de la casa y es que aunque no vean gritos o peleas explícitas, sienten que algo entre sus padres no anda bien
Angie López Arias
alopez@prensalibre.co.cr
Foto: Photos.com
Los niños son muy perceptivos y aunque no vean entre sus padres peleas o conflictos manifiestos, perciben cuando las cosas no andan bien y eso les puede afectar, ante esa situación lo mejor es analizar qué es lo más conveniente para ellos, si conversar o esperar a que las cosas pasen. Según los especialistas, hay problemas entre la pareja que no tienen por qué saberlos los niños, sin embargo, existen otros más graves y que pueden significar un cambio grande y una alteración de la dinámica familiar, los cuales sí es necesario hacerlos del conocimiento de todos los miembros.
“Hay que entender que son dos vínculos: de padres y de esposos; si el problema es entre esposo y esposa es necesario desasociar a los hijos porque de lo contrario los niños se pueden ver afectados por culpas, reclamos y regaños que no tienen que ver con ellos”, explicó la psicóloga de Enfoque a la Familia, Evelyn Rodríguez.
Manejo
Para Rodríguez, los niños se ven afectados cuando se les hace parte de los problemas, esto quiere decir que depende mucho del manejo que los adultos le den a la situación pues los pequeños buscan la identificación con sus padres y si ve que ambos discuten buscará a quien idealizar.
“Por eso pueden apegarse a alguna figura masculina, igual ocurre con las niñas que pueden apegarse con una vecina o cualquier otra figura maternal que cumpla con lo que mamá no cumple. También cuando discuten ven a dos equipos opuestos por lo que los límites y la autoridad decaen en ese sentido”, afirmó Rodríguez.
Por tanto, la experta dijo que las parejas deben discutir solo cuando los niños no están presentes a fin de que no se les involucre en las problemáticas y no tengan así que presenciar eventos que les perjudiquen y lo peor de todo, en los cuales no puedan hacer nada al respecto, por lo que podrían sentirse impotentes.
Atención
La psicóloga indicó que si los menores experimentan algo que es incomprensible para ellos deben explicarles, pero si no, no es necesario ya que si el niño no está enterado y por tanto no se ve afectado no hay razón para preocuparlo, de ahí que sea importante delimitar los temas.
Pero en ocasiones, aunque los niños no presencian peleas, pueden sentir que la situación en casa no está del todo normal, por lo que tratarán de llamar la atención de diversas formas, puede ser dejando de comer, portándose mal e incluso mostrarse distraído porque trata de pensar en cómo puede solucionar la situación.
Si los problemas van más allá y realmente el niño se ve perjudicado y los problemas de pareja son frecuentes, lo conveniente es recurrir a terapia familiar para volver a establecer vínculos, si los problemas no son graves, la afectación tampoco lo será, pero sí es conveniente pensar en lo mejor para el pequeño.
Equilibrio
Por su parte, el psicólogo Erick Quesada comentó que el ambiente familiar es importante para el desarrollo de los niños, por eso es necesario generar en la familia una sensación de seguridad para que así crezca sano emocionalmente, pero si ve constantes peleas se verá afectado.
“Cuando hay problemas en la relación de pareja se presentan una serie de tensiones que muchas veces afectan a los niños, como gritos, violencia e insultos; presenciar estas escenas es muy dañino para los pequeños porque les genera angustia intensa en torno a sus padres y a sí mismos”, aseveró Quesada.
Y es que según Quesada, esto les hace plantearse a los niños cientos de preguntas como por qué pelean e incluso se cuestionan si ellos tendrán la culpa de lo que sucede, además ven amenazada su estabilidad y es ahí cuando comienzan a manifestar lo que sienten de distintas formas.
Percepción
Quesada aseguró que es un error de los padres creer que los niños no se dan cuenta de lo que sucede, aún cuando no lo hagan enfrente de ellos, pues de cualquier forma los niños lo perciben, por eso ambos deben tener ese elemento en consideración para tratar de solucionar sus conflictos con el objetivo de no causarles daño.
“Hay que tomar en cuenta que los padres en la infancia modelan en los niños las conductas, es decir, aprenden los roles de pareja en el hogar por lo que es de esperar que en el noviazgo o matrimonio reproduzcan los patrones aprendidos”, aseveró el psicólogo.
Quesada explicó que los niños tienen formas de canalizar la tensión que sienten y por eso hacen cosas para llamar la atención de los padres, para que dejen de pelear y pongan su atención en ellos, pero en otros casos pueden reaccionar de forma diferente y más bien se ven ensimismados o tristes.
El especialista dijo que si se trata de una pelea ocasional pueden decirle al niño que papá y mamá tienen una diferencia que arreglarán, el problema es cuando los problemas son parte del patrón de la relación y si es así, lo mejor es buscar ayuda a fin de instaurar un ambiente familiar sano.
Tomado de www.prensalibre.co.cr