Cambios en la adolescencia

• Por eso se generan crisis

Adolescencia está llena de cambios radicales

En esta etapa se experimentan fuertes cambios físicos y emocionales que hacen al adolescente sentirse inestable, por ello los padres deben entender que es un momento difícil

Angie López Arias
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Se dice que son rebeldes y que les gusta contradecir a sus mayores, pero lo cierto es que durante la etapa de la adolescencia los jóvenes experimentan cambios físicos y emocionales que les hace sentirse inestables e incluso con temor, por eso es importante la compresión de los padres.

Este es un período difícil para los adolescentes porque ya no son tratados como niños pero tampoco como adultos, están en una búsqueda constante de su identidad, quieren independencia, pero aún no pueden estar lejos de sus padres y les es de gran importancia la aceptación de sus iguales.

“La adolescencia es una etapa de múltiples cambios físicos, emocionales y sociales. Los cambios corporales producen mucha preocupación a los jóvenes y el entorno social para ellos es muy importante, en cuanto a cambios emocionales tienen que pasar por la transición de que ya no son niños pero tampoco personas adultas”, explicó el psicólogo Erick Quesada.

Según el especialista, el centro emocional de la adolescencia es la búsqueda de la definición de su propia identidad, por eso el grupo de pares es para ellos tan importante porque les brinda una sensación de aceptación y pertenencia y hacen todo por lograr la aceptación de los demás.

Compresión

Debido a la brecha generacional que existe entre padres y adolescentes a ambas partes les cuesta entenderse, sin embargo es importante que los padres recuerden que ellos pasaron por las mismas situaciones, los jóvenes por su parte, tienen que comprender que sus padres solo quieren lo mejor para ellos.

“La brecha generacional puede generar dificultades en la comunicación, a veces también los padres no tuvieron pasajes productivos en la adolescencia o tuvieron experiencias negativas y por eso proyectan sobre sus hijos sus propias dificultades, ahí es donde comienzan los problemas”, manifestó Quesada.

El psicólogo aseveró que la etapa en sí misma no tiene por qué ser difícil, más bien es el entorno familiar y social el que hace difícil el pasaje del joven por la adolescencia y es que este período tiene una percepción negativa que encasilla a los adolescentes y les marca como personas rebeldes.

“Como necesita definir su identidad, parte de ese proceso es la autoafirmación que es para los adolescentes tomar sus propias decisiones y actuar en función de sus propias concepciones; como ya no es un niño puede elegir lo que le gusta, eso es lo que les genera sensación de identidad, pero esto es lo que puede generar conflictos”, agregó Quesada.

Crisis

Por su parte, el psicólogo de Enfoque a la Familia, Miguel Leitón, comentó que en la adolescencia se enfrentarán períodos de crisis, pero también momentos de logros, como sucede en cualquier otra etapa de la vida porque los mismos cambios propician esas momentos difíciles.

“En la adolescencia hay cambios radicales, a nivel emocional a veces no sabrán expresar sus emociones porque están aprendiendo a manejarlas y están descubriendo otras más como el amor, también tendrán cambios físicos evidentes, a la familia la perciben como algo que necesitan, pero prefieren a su grupo de amigos porque se identifican con ellos”, dijo Leitón.

Para el especialista es importante que los padres no pierdan el control de su hogar, es decir, es un espacio donde el joven debe respetar las normas establecidas pero también donde encontrará amor, confianza y respeto. Es común que llegada esta etapa los padres sientan miedo de sus hijos lo cual no debe ser.

“El adolescente necesita límites, estos están asociados con el éxito. Los padres también deben entender que las etapas pueden vivirse diferente lo que nunca cambian son los valores, ellos deben manifestarle al adolescente amor incondicional pero ese amor que también corrige”, manifestó el psicólogo.

Comunicación

Para Quesada, la adolescencia es una etapa donde debe haber una adecuada comunicación entre padres e hijos, porque de lo contrario, puede ser muy difícil de sobrellevar. Los padres tienen que conversar con ellos, pero no imponerles porque cuando el joven siente un tono autoritario es cuando reacciona inadecuadamente. “Ahí es cuando se le tilda al joven de rebelde, por eso se recomienda ejercer una autoridad racional que es un modelo donde predomina el respeto, el diálogo y la negociación. Lo importante es que padres e hijos tengan un adecuado canal de comunicación”, dijo.

Esa misma comunicación permitirá que los jóvenes eviten riesgos frecuentes que se presentan en esta etapa como las droga, el inicio temprano de las relaciones sexuales y la delincuencia, estas situaciones crean una mayor necesidad de que los padres se preocupen por mantener una sana relación con sus hijos.

“Si existe un vínculo sano en la adolescencia, será un adulto sano y sin problemas, el joven debe sentirse en casa aprobado, escuchado y comprendido”, agregó.  

 

Tomado de www.prensalibre.co.cr

 

Timidez

• Es una condición que afecta sus vidas

Los tímidos deben atreverse a cambiar

• Hay quienes sufren de tanta timidez que se les dificulta realizar actividades simples y cotidianas, por lo cual enfrentan problemas sobre todo en cuanto a relaciones interpersonales

Angie  López Arias
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Hay quienes se sonrojan si alguien les habla, tiemblan cuando tienen que preguntar algo y mueren de nervios si deben enfrentarse a una numerosa cantidad de individuos. Esas son las características principales de una persona tímida, a quien se le dificulta relacionarse asertivamente con otros.

La timidez es una condición que sufren muchas personas y consiste en la carencia de habilidades sociales, para poder establecer relaciones interpersonales y enfrentar situaciones, tan cotidianas y simples, como el tener que hablar en público y entablar una conversación con un desconocido.

“En algunos casos la timidez puede ser tal que dificulte a la persona desenvolverse adecuadamente. Les afecta la calidad de su vida, porque puede condicionar un montón de vínculos y les impide enfrentarse a situaciones que se dan todos los días”, explicó el psicólogo Erick Quesada.

El especialista comentó que los adultos experimentan cosas nuevas todos los días; como tener que interactuar con desconocidos y tener contacto con diferentes personas, por eso si la timidez es muy fuerte, puede afectar muchas áreas de la vida como su desarrollo social.

Impacto

Quesada dijo que incluso la timidez puede hacer que una persona desista de hacer muchas cosas sencillas, porque lo que se le dificulta la comunicación, incluso pueden fallar en las relaciones de pareja porque la timidez puede hacerlas temer de expresar sus sentimientos, o por el contrario, por culpa de la ansiedad asociada a la timidez, dejan una mala impresión.

En entrevistas de trabajo, por ejemplo, podrían también tener problemas, ya que no pueden expresarse con soltura y facilidad, de igual forma les es difícil entablar relaciones de amistad, es decir, todas las áreas de la vida de una persona tímida se ven seriamente afectadas.

En ocasiones la timidez puede ser parte de un trastorno, llamado fobia social, que contempla factores psicológicos de fondo, y tiene como una causa, una deficiencia a nivel de neurotransmisores, eso le produce temor intenso de hablar en público y enfrentarse a nuevas situaciones.

“Es una condición más intensa de forma más estructurada, la persona puede tender a ruborizarse con facilidad, evita situaciones sociales y desenvolverse en espacios sociales, es más que una simple timidez”, aseveró el psicólogo.

Desde la niñez

Según comentó Quesada, los orígenes de la timidez se encuentran desde la infancia y tiene que ver con una baja autoestima y mal autoconcepto que tiene la persona de sí misma; si un niño tiene una alta autoestima es de esperar que actúe con seguridad y confianza, de lo contrario, es muy difícil.

En la niñez esta condición de timidez se detecta cuando son niños temerosos de enfrentar a la gente y les da miedo de hablar y socializar con otros pequeños, también son sumisos, callados y les cuesta poner límites. Ellos son conscientes de su actitud y sufren por eso.

La timidez se debe tratar con terapia psicológica, pues se busca fortalecer la autoestima de la persona, también se quiere desarrollar habilidades sociales en la persona, para que pueda eliminar su temor de enfrentarse a la gente, las cuales tienen que ver con una comunicación asertiva, con el establecimiento de límites claros y saber identificar los sentimientos y su origen, el fin es que la persona confié en sus capacidades y se de cuenta que es capaz de interactuar con otros.

Vencer la timidez

-Se requiere un proceso paulatino de sensibilización de eventos o situaciones que generan ansiedad asociada a la timidez.

-Es conveniente que la persona se establezca metas paulatinas, por ejemplo, hablar en público con pocas personas e ir aumentando la cantidad, así superará esa dificultad.

-El abordaje emocional permite ver los condicionamientos de fondo.

-Debe ir enfrentando poco a poco las situaciones hasta que, por sí mismo, vea que lo puede lograr.

Fuente: Psicólogo, Erick Quesada.

 

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Dudas en la relación de pareja

• Es normal

Parejas pueden dudar de su relación

Es natural que en algún momento de la relación, sobre todo cuando se adquiere más compromiso, uno de los miembros de la pareja dude del amor o de la continuidad

Angie López Arias
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¿Realmente quiero estar con esa persona? ¿Será lo mejor continuar con la relación? ¿Estoy preparado para el compromiso? Quizá usted se ha hecho estas y otras preguntas más en algún momento de su relación, pero no se alarme pues es totalmente normal e incluso sano.

Estos cuestionamientos por lo general aparecen cuando la relación ha avanzado en el tiempo y conforme se adquiere más compromiso con la otra persona, su origen tiene varias razones que no necesariamente reflejen una crisis, es más, pueden ser una oportunidad para fortalecer el vínculo.

Pero también, dependiendo del tipo de dudas podrían ser un indicador de que la relación no está pasando por un buen momento, sin embargo, si se habla de ello en forma clara y adecuada, es posible que tales incertidumbres se despejan y la pareja pueda solucionar sus pequeños fallos.

“A veces pueden ser señales de que la relación no está funcionando bien pues por causa de los conflictos es normal que las personas comiencen a dudar, esto es muy común y natural y no quiere decir que el sentimiento se haya perdido”, comentó el psicólogo, Erick Quesada.

Sin crisis

Según el especialista, las dudas pueden aparecer aún cuando la relación está bien, es decir, no siempre son producto de crisis, pero sí podrían ser un signo de alerta de que la relación no está sufriendo cambios positivos, que la capacidad de disfrute ha disminuido o que la comunicación no es buena.

“Es importante darle la importancia que estas señales tienen y analizar que es lo que puede haber detrás y que pueden estar enmascarando, lo que no hay que hacer esa alarmarse porque no siempre son indicadores de que el sentimiento se acabó”, aseveró Quesada.

Este tipo de dudas son propias de una relación de pareja, pero a veces podrían indicar que son elementos que requieren más atención, por ejemplo, cuando la dinámica se vuelve rígida, cuando realmente se percibe que el sentimiento se está diluyendo o cuando se sabe que hay cosas más serias de fondo.

“Estas dudas pueden aparecer cuando la relación entra en una rutina, pero es necesario identificar de que se trata; si no se quiere del todo a la otra persona, si de verdad no se quiere continuar con la relación o si son cosas que se pueden remediar pues no son graves”, agregó.

Hablar claro

Quesada dijo que lo normal es sentir dudas sobre lo que se siente por la otra persona porque una cosa es querer a la pareja y otra es amar, también es común pensar en si realmente tiene sentido que estén juntos, o si lo que se quiere es otro tipo, a veces se duda de si se mantienen unidas por costumbre, necesidad o verdadero afecto.

“Las dudas emergen conforme el compromiso aumenta, es común porque la persona analiza en la seriedad de la relación porque va tomando fuerza, o porque el tiempo va pasando y la relación se va estrechando, lo cual hace que se puedan sentir forzados a comprometerse sin quererlo”, subrayó Quesada.

Para el psicólogo, lo más recomendable es que las parejas conversen sobre esas dudas, no solo porque hay posibilidad de solucionar lo que sucede, sino porque también la otra persona tiene derecho a enterarse de que su pareja no está del todo satisfecho con la relación.

El especialista aseveró que las dudas hay que hablarlas según el contexto y la forma, sin herir a la otra persona y siempre teniendo claridad en lo que se siente. En ocasiones las personas se guardan lo que sienten pero es mejor expresar los sentimientos por el bien de los dos y de la relación.

Confusión

El psicólogo de Enfoque a la Familia, Mario Machado, dijo que es importante que la persona se haga estos cuestionamientos porque puede estar confundiendo amor con dependencia, por ello, según dijo, cuando aparece la duda sobre el amor es mejor analizar realmente y aclarar que sucede.

“También puede haber confusión porque si primero son amigos y luego tienen una relación de pareja pero no esa carga erótica podrían enfrentar problemas, por eso es mejor aclarar los sentimientos y si es necesario buscar ayuda, la duda es un signo de alerta que debe hablarse”, puntualizó Machado.

Según agregó, las dudas y sentimientos que la persona tiene que aclararlos primero consigo mismo para luego poder hablarlo con su pareja y así tratar la situación desde un plano maduro y sincero, exteriorizando lo que se siente y lo que preocupa para que ambos lo puedan solucionar.

“Es bueno tener esas dudas y hablar con claridad, no creo en dar tiempo porque eso genera desconfianza, hay que ser sincero con la pareja y aclarar todo, cuanto más claro uno está mejor y la relación también. Es una oportunidad para solucionar ciertas cosas y fortalecer y mejorar, es bueno tener diferencias pero también hablarlas porque la pareja debe hacer crecer y madurar, siempre que sepamos aprovechar la situación”, recalcó Machado.

 

Noviazgos largos

Por diversas razones

Noviazgos muy largos no son del todo convenientes

• Aunque no hay un tiempo establecido, los especialistas recomiendan que los noviazgos deben durar entre año y medio y tres años antes de elegir un compromiso

Angie López Arias
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Muchas parejas comienzan un noviazgo que perdura cinco, seis o más años lo cual, según los especialistas, no es del todo conveniente pues se llega a excesos de confianza, la relación se puede volver costumbre y el sentimiento de amor podría comenzar a pasar.

Sin embargo, tampoco es conveniente elegir un compromiso en forma apresurada pues hay que esperar a que la etapa de enamoramiento pase, ya que ese período se caracteriza por el idilio, y los errores o fallas que se presenten se obvian, de ahí que también sea importante aguardar un tiempo prudencial.

Aunque no hay un tiempo establecido de cuánto debe durar una relación de noviazgo, lo más recomendable es que se prolongue entre año y medio a tres años para poder así tomar una decisión más seria de unir sus vidas en matrimonio, pues la elección debe ser muy bien pensada y analizada, no es algo que se tome a la ligera.

Lo más importante es la calidad de relación que se viva pues la pareja debe crecer, madurar, experimentar cosas positivas, compartir momentos juntos y respetarse mutuamente, de lo contrario, no sería un vínculo sano y por tanto, una unión más seria no sería efectiva.

Dinámica

El psicólogo Erick Quesada comentó que no es tanto la duración del noviazgo lo importante, sino la dinámica que experimenten y también el momento de vida que atraviese cada uno.

“Lo importante es la dinámica de la relación, si se trata de una pareja que no crece, que han visto afectada su capacidad de comunicarse, no disfrutan como antes y no tienen planes a futuro, es un noviazgo que enfrenta muchas dificultades, pero eso puede pasar en una relación de un año o más”, aseveró Quesada.

Quesada dijo que, sin importar el tiempo de noviazgo, la pareja debe mantener una comunicación fluida, comprender que conforme pasen los años cada uno va a cambiar y deben tener un proyecto de vida personal y que no por el hecho de estar juntos deben olvidarse de sí mismos.

“Los miembros de la pareja no deben descuidar su proyecto de vida personal, la pareja tiene que descubrir nuevas formas de vincularse así como espacios para relacionarse entre sí y con otras personas, también entender que conforme los tiempos cambian la relación debe responder a esos cambios. Es en este punto cuando se habla de emprender un proyecto de pareja”, indicó Quesada.

Duración

Mantener esa dinámica en la relación es fundamental pues en ocasiones sucede que las parejas tienen muchos años de noviazgo pero cuando se casan no duran mucho tiempo juntos e incluso recurren a un divorcio en los primeros años de matrimonio, lo cual se debe a múltiples razones.

“A veces las parejas van acumulando temores, se llegan a acostumbrar a la pareja o con los años sienten que la relación no es suficiente, a veces el sentimiento se ha ido diluyendo con el tiempo, también cuando se tienen muchos años de noviazgo hay mucha presión familiar para que se casen y los novios se sienten comprometidos y toman la decisión sin estar preparados”, señaló.

Al pasar tantos años juntos puede ocurrir que cuando se casen descubran que el sentimiento ya no era el mismo que en un principio y es cuando comienzan los problemas y conflictos, por eso es importante tener una relación de calidad para que, a pesar del tiempo de noviazgo, vivan un feliz matrimonio. “El noviazgo es un tiempo para conocer a la persona, antes de decidir un matrimonio hay que pasar el período de enamoramiento para, a partir de ahí, ir construyendo el vínculo de amor, la capacidad de comunicación y de intimar, deben pasar ese tiempo para que sepan con quién están realmente”, recalcó el especialista.

Equilibrio

El psicólogo de Enfoque a la Familia, Luis Diego González, comentó que en noviazgos largos, los novios se acostumbran a vivir en ese tipo de relación, es decir, sus mentes están muy rígidas y al casarse no hacen la transición adecuada y siguen pensando que son como novios y por tanto no adquieren el compromiso correcto.

“Si la pareja ha mantenido un noviazgo largo y se casan, no se reconocen como esposos porque se han acostumbrado a ser novios y al casarse no se comprometen tanto e incluso se genera cierto duelo porque se trata de reorganizar la vida y perder cosas a las que estaban acostumbrados a vivir”, subrayó González.

Para el psicólogo, en un noviazgo largo se corre el riesgo de caer en excesos de confianza lo que provoca que ciertos límites y normas se vayan perdiendo, lo cual ocasiona conflictos dentro de un matrimonio porque se comportan como antes cuando en realidad deben cambiar.

“Lo recomendable es mínimo una relación de año y medio y no más de cuatro años, no es una regla absoluta; pero si sobrepasan esos cuatro años deben tener presente que tienen que tener un nuevo comienzo, tampoco un noviazgo debe ser muy corto”, puntualizó el psicólogo.

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